En este nivel, la empresa se encuentra en las etapas iniciales de preparación frente a desastres. Su enfoque en la resiliencia es limitado y puede no estar preparada adecuadamente para manejar situaciones de emergencia. Esto podría resultar en interrupciones operativas, pérdidas financieras y potencialmente un daño a su reputación.
Se recomienda fortalecer una cultura de gestión de riesgos, y designar un rol responsable (ya sea que se encargue unicamente a resilicia o sea complementario) y capacitarlo.
La empresa en este rango ha tomado pasos significativos hacia la construcción de resiliencia. Ha implementado varias medidas y tienen algún cierto nivel de preparación para enfrentar desastres. Sin embargo, aún existen áreas de mejora y oportunidades para fortalecer su capacidad de respuesta y recuperación. Se recomienda fortalecer y/o complementar los instrumentos y medidas de prevención necesarias para alcanzar la resiliencia, asegurando la validación y evalución de cada uno de ellos.
Empresa con una amplia capacidad de resiliencia, la cual cuenta con los instrumentos indispensables para aumetar su capacidad de preparación y respuesta ante desastres en casi todos los aspectos de su operación. Su compromiso con la resiliencia no solo protege sus operaciones, sino que también contribuye a la confianza y seguridad de sus empleados, clientes y stakeholders. Se recomienda ejercer la mejora continua en los instrumentos implementados, así como hacer una evaluación de madurez para identificar la madurez actual en la gestión y asegurar la correcta funcionalidad.